Y este sur, ¿qué?
Cae la lluvia… como lágrimas de mi corazón, como suspiros que se pierden en el tiempo y la distancia…
Amaneció frío… (rarísimo a finales de agosto cuando el calorcito nuestro ya se estaba aquerenciando otra vez en nuestros rincones) y luego le siguió una chilchina (llovizna) para “variar” en nuestro clima (sur y chilchi).
Fría también amaneció mi alma, y, tras una llamada se inundó mi corazón… (eso era más que una chilchinsinga)…
¡Buenos días tristeza! … -dije-… no me digas que esto es amor… llegaste y volaron todos los sueños que luchaban por vivir y los que murieron sin querer. Me acostumbraré otra vez a verte por aquí… Siéntate junto a mí y compartamos este triste frío… (hoy más triste que nunca).
Buscando un poco de consuelo llamé a mi querida ME… palabra precisa y certera… hoy me pongo en búsqueda… tú ya sabes de qué… ¡Qué va!!!... eso no me lo creo ni yo; pero es necesario seguir.
Hoy… simplemente… callaré y no volveré a llorar.
¡Es un hecho!!!
1 comentario:
triste promesa, cuando cerramos el corazón al llanto, lo cerramos también a las cosas lindas, ojalá te podás sentir mejor.
besos
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