Hubo una época, no tan lejana en el tiempo, en que la homosexualidad estaba incluida en los manuales de psiquiatría como un trastorno mental. Y, como otros problemas psiquiátricos, se pensaba que esta "alteración de la conducta" podía curarse con diversas terapias y tratamientos. La investigación científica y el paso de los años se han encargado de desmentir estas ideas. Aunque la comunidad científica internacional reconoce que la homosexualidad no se puede considerar una enfermedad, hay personas que, contradiciendo a la ciencia, siguen pensando que se trata de un trastorno.
Dos son los puntos de vista predominantes sobre la homosexualidad que han entrado en conflicto a lo largo de la historia: el de aquellos que siempre han defendido que es una orientación sexual más y el de quienes han considerado que se trata de una desviación psicológica que se puede cambiar.
La mayoría de los psicólogos del siglo XIX y algunos del XX veían la homosexualidad como una enfermedad mental y desarrollaron todo tipo de teorías sobre el origen de la misma. Porque, al igual que ocurre en otros campos, la ciencia también tiene sus puntos negros y uno de ellos es el tratamiento que durante mucho tiempo ha dado a los homosexuales.
En 1886, el psiquiatra alemán Richard von Krafft Ebing incluía en su libro 'Psychopathia Sexualis' la homosexualidad como una "perversión sexual" y le atribuía un origen hereditario.
El influjo de Freud
Sigmund Freud reflexionó mucho sobre la homosexualidad y, entre otras cosas, la caracterizó como el resultado de un conflicto durante el desarrollo de la identidad sexual en el que el varón se identifica con el sexo femenino y empieza a sentir atracción por los hombres muy masculinos. Además, señala que las madres de los homosexuales suelen ser "frías y exigentes".
Ya en el siglo XX, los científicos comenzaron a tener más preocupación por investigar las conductas sexuales. Entre los trabajos más llamativos destaca el de Alfred Kinsey, que realizó en su citado 'Informe Kinsey' la primera encuesta masiva sobre sexualidad en Estados Unidos. Su estudio reveló que la homosexualidad era un comportamiento mucho más frecuente de lo que se creía y contribuyó a sacar a la luz a una parte de la sociedad.
Cambio en los 90's
En 1973 la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) decidió eliminar la homosexualidad del "Manual de Diagnóstico de los Trastornos Mentales" (DSM) y urgió a rechazar toda legislación discriminatoria contra gays y lesbianas. La acción vino motivada tras una completa revisión científica sobre el tema.
Éste sólo fue el primer paso de un lento proceso de cambio que tardaría en llegar al resto del mundo, pues hubo que esperar aún dos décadas, hasta 1990, para que la Organización Mundial de la Salud (OMS), retirara la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales.
Sin embargo, la medida de la OMS no impidió que se siguieran practicando todo tipo de terapias para intentar "curar" a los gays y las lesbianas. Ante esta situación, explica a 'elmundo.es' Fernando Chacón, decano del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, la APA se vio obligada a firmar una declaración en el año 2000 en la que expresa que "no hay evidencia científica que apoye la eficacia de la terapia 'reparativa' para alterar la condición sexual, por lo que no está incluida como tratamiento psiquiátrico".
¡Y A PESAR DE TODO ESTO TODAVÍA EXISTEN PERSONAS QUE CONSIDERAN QUE SOMOS ENFERMAS(OS) Y QUE TENEMOS "CURA"!