MujeR contra MujeR

lunes, agosto 27, 2007

Sólo amigas


Esta sería la carta de presentación en el siguiente chat… AZUL había dejado una espinita y debía ser, ante todo para mí, muy honesta.

A ella no le importó… aunque nunca faltaron ocasiones para recordarme que de entrada la rechacé… que “sólo amigas”, había dicho yo… Pero se convirtió sin más, en mi confidente, en el milagroso bálsamo que sanaba mis heridas mortales.

Diez años de relación le habían enseñado la fuerza del amor, del silencio, de la prudencia, de la espera, de la perseverancia… Con historias casi similares, con idénticos temores, con responsabilidades que no quisiéramos tenerlas… allí estábamos, sumergidas en este mundo tan rechazado… Tejiendo lazos de amor y amistad, pincelando de mil colores la distancia para que no fuera tan adversa.

Cuántas noches, cuántos días, cuántas horas en la madrugada pasamos frente al monitor… (me debes la cirugía para quitarme las arrugas y las ojeras que aparecieron luego de aquellas noches) simplemente escuchando… leyéndome… dándonos serenatas. Así nos fuimos conociendo, remando en mares profundos donde no había espacio para engaños. La verdad primó en todo…

Y con la verdad a cuestas… una noche me confesó que su “ex” había llamado… que en unos días estaría en su ciudad luego de varios meses sin encontrarse… y la noticia le había provocado un conocido y amado cosquilleo en la piel… quedé callada… no pude fingir celos… Supe entonces que la amaba… aunque sólo intentaba verla como amiga.

Algunas cosas cambiaron a partir de aquella noche… Estuvimos ausentes por un tiempo… por fortuna, un brevísimo tiempo.

Por entonces había conocido a alguien más… me había convertido casi adicta al msn… sentarme frente al monitor fue algo más que un rito… se convirtió en todo un arte…

Y una tarde ella hizo su aparición… Sin reproches, sin malos sabores… me pidió que la insultara, si era necesario, por haberme lastimado; pero no podía hacer eso… como tantas veces, bajé la cabeza y guardé un gran silencio… silencio que parece eterno, infinito…

Qué torpeza la mía… ¿celos???, ¿por qué???... era inadmisible… celos de quien nada ocultó de sentimientos pasados ni presentes???, eso era ridículo, así que cambié la actitud…
Siguió siendo mi confidente, mi pañuelo en los días desolados, la palabra justa en el momento preciso, para la ocasión precisa…

Una noche le confesé que me gustaba, que había aprendido a amarla… y prometí que ese amor nunca cambiaría.

Y así es…

Han pasado 3 años con sus meses, sus días y sus horas… Sé que la amo y que me ama… Me ha seguido en cada viaje, en cada desilusión, en cada lucha, en cada logro… Permanece junto a mí a pesar de estar tan lejos…

Tuvo que hacer opciones… pero siempre queda abierta la posibilidad… “Si un día decido ser lo que soy… decido por ti”…

Yo también ya hice mi elección!!!

FS sigues siendo la mejor amiga que tengo, mi confidente, mi amor a distancia… ese inimaginable amor que va más allá de lo meramente carnal… Un amor que no necesita describirse porque no hay palabra alguna que lo defina a cabalidad. Ese amor que ha aceptado tus conquistas y las mías, ese amor-amigo que se escribe los días que hablamos, que nos escribimos, que nos pensamos y nos seguimos en este penoso caminar siendo lo que somos.
Simplemente… eres MARAVILLOSA MUJER AMADA!!!



Siempre tuya… Cris

domingo, agosto 26, 2007

Y este sur, ¿qué?


Cae la lluvia… como lágrimas de mi corazón, como suspiros que se pierden en el tiempo y la distancia…

Amaneció frío… (rarísimo a finales de agosto cuando el calorcito nuestro ya se estaba aquerenciando otra vez en nuestros rincones) y luego le siguió una chilchina (llovizna) para “variar” en nuestro clima (sur y chilchi).

Fría también amaneció mi alma, y, tras una llamada se inundó mi corazón… (eso era más que una chilchinsinga)…

¡Buenos días tristeza! … -dije-… no me digas que esto es amor… llegaste y volaron todos los sueños que luchaban por vivir y los que murieron sin querer. Me acostumbraré otra vez a verte por aquí… Siéntate junto a mí y compartamos este triste frío… (hoy más triste que nunca).

Buscando un poco de consuelo llamé a mi querida ME… palabra precisa y certera… hoy me pongo en búsqueda… tú ya sabes de qué… ¡Qué va!!!... eso no me lo creo ni yo; pero es necesario seguir.

Hoy… simplemente… callaré y no volveré a llorar.

¡Es un hecho!!!

sábado, agosto 25, 2007

Sueño azul


Y buscando… y buscando terminé metida en internet, sin saberlo usar, frecuentando chats donde podía hablar… “con relativa tranquilidad”; porque en realidad aquello estaba muy lejos de lo que yo pretendía.

Sin embargo fui conociendo personas maravillosas y otras ni tanto…

Comprendí tantas cosas y entendí que este mundo; esta relación…, no es sencilla. Supe del dolor callado de “tantas” como yo…, supe de las traiciones…, de amores furtivos…, de amores de estación…, amores de playa…, amores de vacación… Supe de amores sacrificados, de los que cruzan mares y fronteras, de los que apuestan todo y todo lo dan … Entendí, de ese modo, que la única no era yo, éramos más… (y no cabe aquí aquello de “mal de todos, consuelo de tontos”… ¡no, señor!!!)

Y en una noche de intenso verano… al otro lado de la línea, a miles de kilómetros, en noche de invierno en el norte… una dulce voz me cautivó. Su nombre…, por ahora, sólo AZUL… así la bauticé… Azul de cielo y azul de mar… Azul de infinito… Azul de paraíso… Azul de tango… de flamenco… de flor perfumada.
Sólo «Jolie» perdida en el aristócrata francés… y así tan bella como la palabra, como la lengua romancera, como el púrpura de sus tiernos labios…
Ella me enamoró… a distancia… ¡cierto!, y como tal, allí quedó, porque a tiempo, y muy a cabalidad, comprendimos que… si bien uno puede jugarse a más de una partida por un amor… también puede morir en ilusiones vanas, y ninguna de las dos queríamos sufrir esa pesadilla. Sin embargo eso tampoco impidió que los días, mientras nos conocíamos, surgiera una llama, una tenue luz… ella acaba de terminar un romance traicionero… yo llevaba dos años queriendo olvidar (no el olvido del odio; sino el olvido del amor)…

Ella… tan tierna y delicada, tan flor de azucena, tan enigmática, tan intelectual, tan bella, tan mujer… siempre lo entendió. Hoy guardo de ella lo que en una noche de azules estrellas me confesó…


¿Sabes “Cristal”?:

Anoche he soñado contigo... soñé que estabas a mi lado por toda una eternidad, para hacerme feliz, y que era la mejor eternidad jamás vivida... la pasábamos de maravilla, había conflictos varias veces, pues es toda una eternidad... pero jamás era aburrida.

Soñé que me pertenecías, que eras completamente mía, y yo siempre tuya... He soñado ya un millón de veces con besarte y llenarte de una pasión que no conoces límites... quizá hoy soñaré con ser tu Amor.


Si supieras cuántas noches, cuántos días he soñado contigo; con rodearte entre mis brazos llenos de deseo hacia ti, pero ni siquiera yo misma lo sé ahora, ha! Es que he olvidado ya cuántas veces he soñado con acariciar y besar tu cuerpo entero, por acercarme furtivamente…, sin que se escuche murmullo alguno…, hasta alcanzar tu ternura, tu pasión.

Pero debo confesar que tengo mucho miedo, algunas veces al despertar, que lleguen a matarme todos los sueños de amor en tu cuerpo... sueños de dicha que vienen de la mano con tus caricias de placer, sí... temo demasiado que al despertar de estos sueños, despierte sin ti... que al terminar de besarte en mi sueño, no sean tus labios los que he besado... de desearte en tantas noches y que no seas tú quien me desee a mí... siento mucho miedo de llegar a amarte tanto en estos sueños sin fin y no encontrar tu amor al despertar.


¿Qué caso tendría escribir todo esto, si soy incapaz de estar a tu lado? Siendo así... supongo que guardaré con llave y mil candados todos mis sueños de estar a tu lado... todos mis anhelos que añoro se conviertan en sueños eternos de felicidad; al despertar cada mañana a tu lado y en un arranque de mis instintos pueda confesarte que Te Quiero..............

Acercándome con cautela a saborear la dulzura de tus labios... anhelando con todas mis fuerzas que esos sueños eternos lleguen cada noche hasta mi habitación y poder ver dentro de la oscuridad tus ojos llenos de luz... la misma luz que me guíe hasta lo más sublime de tu ser, percibiendo, a través de tu piel, la pasión de las caricias... sueños en los que tu mirada refleje el amor que anhelo.... tu Amor....


Sueño empapar mi cuerpo con el aroma de tu piel.

Pero mientras tú te guardes, tan lejos de mí, no me queda más que esperar por la llegada de esos sueños y tolerar la frustración de mi realidad... esa realidad que se ha convertido en una espera lenta de tu amor...

Mi realidad que se ha convertido en un susurro silencioso que te pide que me ames...Una desesperación enajenada que me pide a gritos cambiar mi vida, por un instante de ti... que me grita por no tenerte...

Difícil resulta explicarle a la cabeza y al corazón, las razones de no estar a tu lado... hay algo que les impide escuchar... todo cae... porque de nueva cuenta, vuelvo a cerrar mis ojos e imaginar que estás conmigo en la distancia.

Que mis manos te tocan suave.

Que al extender tus brazos me regalas tanto placer... tanta dicha... en un mero segundo de amor.

Que soy capaz de ver cómo se abren tus labios y escuchar a lo lejos un susurro enmudecido del amor que compartimos.

Ya veo... ahora comprendo que esto no ha sido más que un pensamiento que se ha expandido demasiado... no puedo tenerte a mi lado... Sin embargo se presiente que este pensamiento puede terminar llorando dándome así las razones por las que si no puedo tenerte a mi lado... preferiré entonces... Un sueño sin fin.


Un sueño donde guarde en mis ojos tu mirada.

Un sueño donde se conserven por siempre la dicha y la ternura de tu cuerpo.

Un sueño donde mantener el silencio de mis manos sobre tu piel.

Y a decir verdad... Yo sólo deseo un sueño... solamente uno...

Un sueño donde mi corazón cese de llorar.

Solamente un sueño...

Un sueño en el que pueda… despertar en ti...


Tuya:*A....... sueño

Si me voy antes que tú

Lo copié de otra página... pero cae como anillo al dedo...

Si me voy antes que tú, no llores por mi ausencia; alégrate por todo lo que hemos amado juntos.
No me busques entre lo muertos, en donde nunca estuvimos; encuéntrame en todas aquellas cosas que no habrían existido si tú y yo no nos hubiésemos conocido.
Yo estaré a tu lado, sin duda alguna, en todo lo que hayamos creado juntos: en nuestros hijos, por supuesto, pero también en el sudor compartido tanto en el trabajo como en el placer, y en las lágrimas que intercambiamos.
Y en todos aquellos que pasaron a nuestro lado y que, irremediablemente, recibieron algo de nosotros, y llevan incorporado -sin ellos ni nosotros notarlo- algo de ti y algo de mí.
También nuestros fracasos, nuestra indolencia y nuestros pecados serán testigos permanentes de que estuvimos vivos y no fuimos ángeles, sino humanos.
No te ates a los recuerdos ni a los objetos, porque dondequiera que mires que hayamos estado, con quien quiera que hables que nos conociese, allá habrá algo mío. Aquello sería distinto, pero indudablemente distinto, si no hubiésemos aceptado vivir juntos nuestro amor durante tantos años; el mundo estará ya siempre salpicado de nosotros.
No llores mi ausencia, porque sólo te faltará mi palabra nueva y mi calor de ese momento. Llora, si quieres, porque el cuerpo se llena de lágrimas ante todo aquello que es más grande que él, que no es capaz de comprender, pero que entiende como algo grandioso, porque cuando la lengua no es capaz de expresar una emoción, ya sólo pueden hablar los ojos.
Y vive. Vive creando cada día, y más que antes. Porque yo no sé cómo, pero estoy seguro de que, desde mi otra presencia, yo también estaré creando junto a ti, y será precisamente en ese acto de traer algo que no estaba, donde nos habremos encontrado. Sin entenderlo muy bien, pero así, como los granos de trigo que no entienden que su compañero muerto en el campo ha dado vida a muchos nuevos compañeros.
Así, con esa esperanza, deberás continuar dejando tu huella, para que, cuando tu muerte nos vuelva a dar la misma voz, cuando nuestro próximo abrazo nos incorpore ya sin ruptura a la Única Creación, muchos puedan decir de nosotros: si no nos hubiesen amado, el mundo estaría más triste.

Al caer el sol


Decidió partir una noche de verano… la noche que pasó a ser la más fría de mi vida. Se fue sin prisas, sin reproches, sin rencores y sin despedidas (solía decir que las despedidas son muy tristes, por eso es mejor partir en silencio). Ella no haría la excepción esta vez, fue siempre igual; despedidas y regresos se sucedían en la calma de la noche, en el tiempo sin otra urgencia que marchar despacio y lentamente, ¡sin dejar huella!; aunque (claro está) nunca se volteaba a ver sus pasos, por eso jamás supo cuántas grietas se fueron marcando en ese rito de llegada y de partida.

Han pasado muchas lunas desde entonces…, a veces me imagino en otro tiempo y vuelvo por enésima vez a conjugar el pretérito amado y a perderme a hurtadillas en la querida frase ¿“y si” no se hubiera ido?, ¿si su adiós sin adiós siga siendo el mal sueño del que no logro despertar, la horrenda pesadilla que vuelve una y otra vez cuando por breves instantes cierro los ojos y la puedo ver caminar de espaldas a mí, alejándose hacia el sol? ¿Y si tan sólo fuera un invento mío, una fantasía, un espejismo?

Pero yo sé cuánto la he llorado y cuánto he dormido buscándola en mis sueños… sé cuántas veces he vuelto a amarla y a sentirla tan mía. Sé cuántos besos le he dado y cómo la he abrazado buscando refugio en sus cálidos pechos. Sé de todos mis intentos por hacer el viaje y alcanzarla. En la distancia ella está conmigo… y sonríe, canta y baila; hablamos, reímos y gozamos, lloramos y jugamos, peleamos y nos reconciliamos… y volvemos a juramos no separarnos nunca más… Aunque sepa bien que no puedo partir ahora, no puedo acompañarla.

Asido a mi mano camina el fruto que nuestro amor engendró… mirándose en mis ojos sonríe; en su delicados labios viven todos los besos que ella me regaló; en su rosada piel, la tibieza pura de cada amanecer. Sus ojitos de estrellas, alumbran mi existencia marchita y vuelvo a sonreír; sus manitas se abren como las rosas que ella cultivó y dejó en nuestro jardín…. Sí, ¡ya lo sé!, ella ha regresado otra vez, así como sabe hacerlo… sin prisas, sin ruidos, sin rencor.

Sé que si vuelve a partir no vendrá, pero yo la espero; y que si marcha, se queda... La miro en mí y la encuentro sonriéndome; soy yo quien vuelve a buscarla, soy yo quien ha regresado… al fin de cuentas he sido yo quien marchó de su lado; ella sigue allí… siempre tan fiel y tan callada, siempre tan tierna y dulce amante.



Cristal
July 2105/22.56

miércoles, agosto 22, 2007

El descubrimiento…

Esta historia no me pertenece,
la encontré una noche buscando cosas de este mundo mío,

me encantó, la copié, la guardé
y ahora la publico
porque me identifico a plenitud
con su autora
(me reservo el nombre)…



Por eso descubrí q’... Dios se había equivocado... él no hizo a Eva para Adán ni Adán quería a Eva... o tal vez sí o tal vez no (no olvidemos el juego de los tal vez)... gran mentira ¡maldita mentira!... Dios me había traicionado... 18 años de mentira… es cuando me digo que debí adorar a Silvio y rezarle los rosarios a él... porque él tenía razón... Eva dejó de ser costilla... Eva nunca fue costilla... Eva sólo quería correr tras el tiempo... Entonces encontré sus ojos... entonces me perdí en sus muslos... Entonces entendí que la magia que buscaba estaba en ella... era ella y no él... y las ansias me carcomían el alma... y sabía que no existía condena en sus labios... y había llegado a mis 20 años... tan magnífica, tan exquisita, tan mujer... tan ella... y sólo ella... ingeniosa y tonta... hermosa y fea... alta y baja... gruesa y delgada... idealista y corrupta... pero era ella... y el laberinto tomaba forma y la salida estaba próxima... ignoraba el mundo al que me estaba entregando...

Mirando el mundo detrás de los cristales

Encerrada en mi mundo lleno de dolor, de silencio, de preguntas inútiles sin respuesta alguna, de soledad y tristeza… un día decidí salir; ¡sí!, pero… ¿salir a dónde, a quién buscar, a quién contarle lo sucedido?...

De pronto vi la luz… ¡sí!!!… sería ella, la fiel amiga de la adolescencia, la que jamás le negó a mis lágrimas su hombro, la que siempre comprendió los dobleces de la vida, la que escuchó por largas horas todas mis complicadas, simples, grandiosas o absurdas confidencias.

No dudé en llamarla y acordar una cita…

Llegué con muchos nervios, sabía que no me juzgaría; pero otra parte de mí temía… y ante la duda, mejor desenmascararla. Así que, cargada de “valor”, empecé la confesión…

Yo: Sé que has escuchado muchas cosas, que las has callado y aguardado este momento. Sé que tu presencia silenciosa en el funeral era más que un grito, más que un abrazo, más que tus cálidas manos dándome palmaditas en la espalda… y te lo agradezco. Sé que has hecho caso omiso de los comentarios (la gente siempre comenta… y cuando el río suena, piedras trae)… pero debo decir…
Amiga: Sí "C", ya lo sé y no tienes que lastimarte por decirlo…

Sólo me dio un fuerte abrazo… el abrazo cálido y sincero que había dejado esperar por largo tiempo.

Amiga: Como otras veces, "C", no voy a juzgarte; sólo quiero que te cuides y seas feliz. Me sigo preguntando porqué Dios permite que pasen tantas cosas en tu vida… Tú debes encontrar la respuesta.
Yo: La amé, "S",… la amé como a nadie en la vida, tuve su vida en mis manos, tuve su muerte en mis brazos y sus ojos sin luz, clavados en los míos, gritando “Te Amo”, “Te espero… allá en el cielo poblado de estrellas, en un mundo donde nos amaremos sin las ataduras de la carne ni el prejuicio del mundo y de su gente…”. Yo la amé… aún la amo, y por ella supe lo que es el amor a plenitud, lo que significa amar hasta morir y más allá de la muerte… Como dice la canción… “Si los muertos aman, aún en la tumba yo he de amarte”.
Amiga: No dudo que viviste un intenso amor; pero ahora tu vida debe continuar…

... Y continuó…

Pero me tocó aprender cosas, hasta entonces, totalmente desconocidas…

1. “Lugar de ambiente”, “salir del clóset”, “activa”, pasiva”, versátil”… ¿qué eran todos estos nombres??? Si en mi mundo todo había sido ¡tan diferente!. Yo sólo amé a una mujer y ya!!!... sin tantos apelativos y sin tantos miedos. <<<>>>… y punto!!!... el resto venía sobrando y no lo necesitábamos, al menos no en el mundo nuestro.
Para mí, mi forma de ser, de amar, de “sentir”, sólo había sido una cuestión única y puramente de SENTIMIENTOS…, de amor…, de gusto…, de pasión. No nació de una necesidad de enfocar afectos, ni en fijaciones de padre o madre dominante. Nació del alma, del sentir; era aquella emisión interna y fuerte que producía en mí la admiración hacia una mujer, en concreto «P», que me cautivó, me enamoró, me subyugó y a quien convertí en mi mundo y mi razón; ¡¡¡por eso simplemente!!!…: por ser MUJER y porque LA AMÉ y LA AMO!!!. No me busqué a mí misma en ella; la acepté diferente de mí, sin que sea mi complemento, sólo para entregarle mi amor, mi pasión. Me gustó porque era MUJER, porque podía conmover mi alma. Más allá de los estereotipos de feminidad, encontré su esencia, su ser…; ese encanto que la hizo… para mí… única en el universo, maravillosa y encantadora.

Y seguí escuchando: “eso es de lesbianas”, “no salió del clóset”, “huele a ambiente”... ¿lesbianas, clóset?, ¿ambiente?... ¡tantos sobrenombres!!!! para un solo sentimiento... mi mundo era simple y sin reglas... no existía clóset ni lesbianas... podía amar a una mujer sin la etiqueta de lesbiana... (aunque no me molesta), sin gastar en un clóset y sin ir a ningún lugar de ambiente, porque nunca hizo falta.

2. Las relaciones lésbicas son siempre muy difíciles… no pueden ser “públicas” y tal vez por ello existe engaño, traición, infidelidad… Alguien me dijo una vez… “si a una mujer le duele tanto la traición del hombre que ama, cuánto más le duele la traición de la mujer que se ama”… ¡Vaya!... de allí de donde procede tan “sabia” filosofía, llegó la cara de la verdad y la experiencia… Esta mujer que amé, con quien me di la “segunda oportunidad” en mi mundo les, fue quien se encargó de ponerme los cuernos mientras juraba amarme. ¿Con qué se pasa esto??? Y yo, que hasta entonces, no sabía de traición, tuve que tragar mil lágrimas en otras mil noches de desvelo. Supe, así, que como ELLA««->P<-»»… ¡ninguna otra!!!


Pero seguiré caminando con mis ventanas entreabiertas, con los cristales limpios y el corazón en pleno vuelo mirando todas las ventanas que cuelan por la mía.

Mientras siga teniendo ventanas,
y las pueda abrir o cerrar,
dejar que entre aire fresco,
gotas de lluvia,
voces lejanas,
mientras mire gente caminando,
y sienta que puedo salir,
gozar de la falta de encierros,
me mantengo permeable,
flexible,
viva.

martes, agosto 21, 2007

Cristales rotos


«Pregúntale a la vida»... ¡Ay... qué patético!!!... acaso la vida puede responder a una pregunta sin respuesta... o más bien... con respuesta anticipada... como una crónica escrita en tiempo memorial... No sé... simplemente a veces se rompen cristales en el momento menos preciso... así, simplemente por descuido, por torpeza quizás... por estar ausente del espacio... pretérito perfecto de un verbo...
No puedo puedo ni quiero preguntar a la vida... "por qué"... respuesta alguna no existe... porque el crímen se lo comentió hace tiempo, porque se dejó morir el amor... y las palabras.. esas pocas o esas muchas cargadas de promesas... las acaba de horadar el silencio.
Tuvimos 3 años, 3 promesas, 3 oportunidades, 3 viajes... Seguir navengado??? A dónde y en qué mar??? si no exite puerto dónde llegar porque la barca jamás partió...
Cristales rotos... cristales tirados en el piso, en la hoja muerta... en el hastío de mil noches de frío... (no las mías... recuerden que me encanta el invierno, el frío, la luna, venus... y tú, por supuesto que tú... )...
Simplemente cristales al viento... hastillas de lo que nunca fue...